Comenzó la semana de los Latin GRAMMY, una de las celebraciones más importantes de la industria de la música. Con ella, cientos de artistas, productores, empresarios y miembros de la comunidad se acercan, en esta ocasión a Las Vegas, para conocer los ganadores de la Gala y realizar encuentros que buscan mejorar la calidad de los productos que día tras día llegan al público general.
Manuel Abud, CEO de La Academia Latina de la Grabación desde 2021, tiene un rol fundamental, buscando la democratización y relevancia de la membresía de sus más de 20 mil miembros.
Además de dirigir varios proyectos de crecimiento a nivel internacional y local, como COO de La Academia Latina Abud también dirigió exitosamente una extensa restructuración que maximizó la eficiencia y dio un gran paso hacia la creación de contenido digital. También desarrolló un posicionamiento fuerte y claro para la organización, partiendo de su misión y estableciendo un plan para el crecimiento futuro.
En sus tres primeros años como CEO, Abud ha enfocado la organización en dos importantes áreas: su expansión global y sus esfuerzos de diversidad e inclusión. Bajo su liderazgo, el pasado noviembre La Academia Latina de la Grabación realizó la Semana Latin GRAMMY fuera de los EEUU por primera vez, marcando un hito histórico para las dos Academias. También, siguiendo un estricto filtro de inclusión en el cual todas las acciones son evaluadas para asegurar un balance entre geografías, géneros musicales, generaciones y diversidad de género —por primera vez en su historia— la pasada 24.ª Entrega Anual del Latin GRAMMY contó con 100% de representación femenina dentro las cuatro categorías principales y la Persona del Año 2023.
Además de liderar La Academia Latina, Abud supervisa las actividades de la Fundación Cultural Latin GRAMMY.
¿Cuál es el mayor desafío que encuentra La Academia actualmente para mantenerse vigente en cuanto a prestigio y reconocimiento?
El prestigio y la vigencia van de la mano de la relevancia; y la relevancia va de la mano con la integridad de los procesos, que al final lo que genera esa integridad son las membresías. La membresía tiene que tener dos cosas fundamentales: ser representativa de la comunidad a la que servimos y que sea una membresía comprometida, que participe. De nada me sirve tener 20 mil miembros si no votan o no se dejan escuchar.
Nosotros administramos un proceso pero no elegimos los ganadores. Nuestro reto es administrar ese proceso de la manera más pulcra posible. Siempre habrá conflictos, pero la confianza es fundamental. Por otro lado, mi compromiso como cabeza de la Academia es que la membresía sea representativa desde el punto de vista de geografías, de géneros musicales y de generaciones. En la medida que logramos que la membresía sea representativa de todo eso, nos acercamos lo más posible a la excelencia musical. De esa manera es cómo nos hemos mantenido vigente a lo largo de los años.
¿Cuál es tu visión como CEO sobre la Academia para los próximos años?
Por un lado está la parte de la internacionalización de la Academia acompañada con la celebración. Si bien siempre hemos sido internacionales, yo quiero seguir avanzando hacia ser más globales con el público, por eso ves ediciones internacionales como la de Sevilla. Me imagino que la celebración siga creciendo para y con el público, pero sobre todo, mantener la relevancia y mantenernos vigentes. Aunque soy una persona mayor (risas), intento mantenerme al día y de rodearme de jóvenes que tomen participación y palabra.
Veo el futuro evolucionando. El show tiene que evolucionar, pero lo que no puede cambiar es que esto es un reconocimiento entre colegas que busca la excelencia. Para el público en general, sirve que tengamos esa curaduría de contenidos de aquí al futuro.