
Cada canción tiene su ciclo vital. Nace en un momento de inspiración, en ese cruce de emociones y creatividad que desencadena una melodía o un verso. Poco a poco crece en el estudio, entre letras que toman forma, y luego se deja escuchar en escenarios, radios y plataformas, conquistando a quienes se identifican con su mensaje. Durante un tiempo, suena en fiestas, acompaña trayectos y se mezcla entre las personas. Sin embargo, como todo lo que tiene vida, llega un momento en que la novedad se diluye. Y es así como algunas, con el paso de los años, se vuelven casi imperceptibles, como si el ruido del presente las opacara.
Sin embargo, hay temas que tienen el potencial de seguir siendo escuchados. No lo hacen solos, claro. Necesitan de una voz que los revitalice. Es una apuesta arriesgada: si el equilibrio falla, el resultado puede sentirse forzado o artificial. Pero cuando se logra, el impacto es trascendente. De hecho, a lo largo de la historia de la música, varios clásicos encontraron una segunda vida gracias a esa sensibilidad de figuras, como Miley Cyrus o Dua Lipa, que toman los temas como propios, para ponerlos en boca de todos nuevamente.
En Latinoamérica, este ejercicio de reinvención es menos habitual, aunque igualmente influyente cuando se concreta con acierto. Prince Royce lo sabe muy bien. “Creo que la meta de todo artista es que su música perdure, que pueda llegar a diferentes generaciones y géneros, incluso dentro de 20, 30 o 50 años”, afirma en diálogo con Billboard Argentina. Eterno, su octavo álbum de estudio, está concebido como un homenaje a esa perpetuidad que busca la música. A través de trece tracks noventosos, el cantante rinde tributo a los artistas que marcaron su historia con su toque de bachata y Spanglish.
El disco surge, como si fuera una crónica musical, del éxito de su primera versión de “Stand By Me” en 2010, un tema que incluso fue respaldado por su intérprete original Ben E. King. Ese mismo amor por los hits del pasado es lo que lo impulsa ahora a rendir homenaje a esas canciones que siguen sonando alrededor del mundo: de “My Girl” a “I Can’t Help Falling In Love", de “Yesterday” a “I Want It That Way”.
¿Qué te llevó a decidir que Eterno fuera un álbum lleno de covers?
La verdad, no soy fan de repetir fórmulas, pero me senté con el presidente de Sony Music Latin, que también es argentino, y me dijo: "Lo que hiciste fue pionero, llevaste esa música al mundo latino en spanglish". Al escuchar su perspectiva, me di cuenta de muchas cosas que quizás no había considerado antes, especialmente de lo que hice en 2010. Entonces pensé que, sí, lo haría de nuevo, pero de una manera diferente, con un concepto de flow. Mi objetivo es traer esa época al presente, fusionando el spanglish americano, el dominicano y la bachata española. Lo que busco es generar nostalgia en el público, que reconozcan las canciones y, si no las conocen, que las descubran y creen nuevas memorias. Creo que es una propuesta fresca y distinta para los fans, y espero que les guste.
¿Cómo fue la seleccion de los tracks? ¿Hay algún secreto para hacer que estas canciones, que no son tuyas, suenen como si lo fueran?
Lo más importante para mí era que las canciones se adaptaran bien al género de bachata, que sonaran auténticas en español y que se ajustaran a mi voz. No quería elegir un tema solo porque fuera uno de mis favoritos; lo esencial era que mantuviera mi esencia, sin perder el respeto por la canción original. Para mí, se trataba de cantarlas como si fueran mías, adaptándolas a mi estilo y a mi tono. Creo que lo más importante era hacerlo de manera natural, tal como yo sentiría que debe hacerse.
Me llamó la atención que todas las canciones sean en inglés. ¿Hay alguna razón específica para ello?
Sí, decidí que todas fueran canciones de los años 70, 80 y 90, y en inglés. Tal vez en el futuro haga un volumen dos con artistas que canten en español, pero por ahora preferí centrarme en este universo.
Recién mencionabas que tu meta con este álbum es conectar la nostalgia de canciones del pasado con la juventud actual. ¿Cómo percibís la escena musical hoy en día? ¿Todavía hay espacio para nuevas propuestas?
Creo que aún queda mucho por hacer. Aquella época era diferente; no existían fenómenos como “Old Town Road", y todo ocurría de una forma mucho más auténtica, en el momento. En ese entonces, la gente estaba en el estudio, cortando cintas. La música de antes tenía una calidad poética muy especial que, en parte, se ha perdido hoy en día. Antes, la gente compraba vinilos, y aunque ahora el consumo de vinilos ha aumentado, es interesante cómo la juventud también está buscando otros elementos antiguos, como cámaras digitales retro. En Instagram, por ejemplo, hay filtros que simulan cámaras de antaño. Es como si la gente anhelara un poco esa época, cuando todo era más pausado y se disfrutaba más, tanto la música como la vida misma.
Por eso, mi intención es traer un poco de esa magia, de esa esencia de la música de antes.
En 2010, tu cover de "Stand By Me" fue tan bien recibido que Ben E. King te invitó a compartir escenario con él en los Grammys. En este nuevo álbum, ¿lograste conectar con alguno de los artistas de esas canciones? ¿Hay alguno que consideres una gran influencia o de quien seas fanático?
Para mí, "Stand By Me" marcó mi carrera. Fue una de las mejores experiencias de mi vida, musicalmente hablando.
No, no pude conectar con ninguno de los artistas. Lo que sí ocurrió fue que hubo que pedir permiso para cada canción, lo cual demoró unos diez meses. Pero no, no he tenido contacto realmente con ninguno de los artistas originales de las canciones.
Sin embargo, me encantaría. Por ejemplo, la canción "I Want It That Way" es una de mis favoritas. Creo que los noventa son mi época, así que a ver si me voy para Las Vegas, que sé que tienen una residencia allá.
¿Qué representa el nombre "Eterno" en el contexto de este álbum?
El nombre Eterno viene de la sensación de que las canciones son eternas, de que se convierten en icónicas. Creo que la meta de todo artista es que su música perdure, que pueda llegar a diferentes generaciones y géneros, incluso dentro de 20, 30 o 50 años. Desde el principio, supe que ese era el nombre adecuado para este tipo de proyecto y para las canciones que lo integran.