Adele se aseguró de que sus cuatro noches en el estadio de Wembley, en Londres, sean memorables: en el primer show (el 28 de junio) hizo un tributo a las víctimas del incendio de la Grenfell Tower (anunció que el dinero recaudado sería donado para los afectados), y sugirió al público que esa sería una de sus últimas presentaciones.
“Después de 15 meses de gira y 18 meses de 25, estamos llegando al final. Llevé este tour por el Reino Unido e Irlanda, Europa, América, y finalmente llegué a Australia y Nueva Zelanda. Estar de gira es algo especial, no encaja conmigo muy bien. Soy de las que ama estar en su casa y disfruto mucho de las cosas pequeñas. Además, soy muy dramática y la pasé muy mal en las giras. ¡Hasta ahora en realidad! Hice 119 shows y con estos últimos 4 serán 123; fue una aventura dura, pero increíble. Solo hice este tour por ustedes y espero que haya tenido en ustedes el impacto que me generan mis artistas favoritos”, decía la carta escrita a mano que circuló entre el público. También destacó que eligió Londres para terminar la gira de 25 porque “no sé si voy a embarcarme en alguna otra gira nuevamente, así que mi última vez quiero que sea en casa. Gracias por venir, por su amor desmesurado y gentil. Voy a recordar esto por el resto de mi vida. Los quiero. Buenas noches, por ahora”.