Hay una nueva perspectiva para entender la música popular argentina que se dedica a explorar los aires de su propia región. Una que no necesita partir de un género musical determinado. Una que se une principalmente por su metodología y que se fundamenta por su grado de disrupción y, en algunos casos, de vanguardia. En el foco del litoral, más agregados de la triple frontera templada (sur de Brasil, Montevideo y Buenos Aires) aparecen como si fueran los créditos de una película los protagónicos de Carlos “Negro” Aguirre, Liliana Herrero, Ernesto Snajer, Diego Schissi y, lo que aquí interesa, el trío Aca Seca.
En el campo magnético donde la estética une a Juan Quintero, Mariano “Tiki” Cantero y Andrés Beeuwsaert hay una implosión de búsqueda, destreza, profundidad, estudio y proyección imposible de encontrar en el folklore local. Y sí, quizás ese sea el puerto de partida de Aca Seca, el folklore. Aunque es casi no decir nada si uno caza al vuelo algunas de las canciones que tienen registradas desde el 2003 con el debut de su disco homónimo. Por otro lado, su exploración natural los encontró con esa nueva perspectiva que vuela en el aire en la música popular. Muy cerca de Hugo Fattoruso, Eduardo Mateo, Jorge Fandermole, Juan Falú, Lucho González y sus contemporáneos mencionados.
Ese es el mundo al que agradece Luis Alberto Spinetta en Un mañana, su último disco de estudio. Como afirmando su idea de que mañana es mejor y que la música argentina es libertad o maqueta. “Pará que le saco una foto, porque no me acordaba si era en este disco o en Pan que nos mencionaba”, dice Andrés antes de arrancar con la nota. “Lo conocí en Uruguay, cuando tocaba con Liliana Herrero. En ese encuentro se puso a tocar temas nuestros. Yo no entendía absolutamente nada, me quería ir a mi casa. Me dijo que le encantaba la música que hacíamos”, cuenta desde el fondo de la cocina Tiki Cantero.
Aca Seca es posible gracias a la Facultad de Bellas Artes de la UNLP. “La Plata sigue siendo un punto de encuentro”, dice Andrés. Juan Quinteros, de San Miguel de Tucumán; Mariano “Tiki” Cantero, de la ciudad de Santa Fe; y Andrés Beeuwsaert, de Olavarría, se conocieron en las aulas del edificio de la manzana de las artes y a través de las carreras de Composición y de Dirección Coral y Orquestal experimentaron durante varios años. “Ese momento de investigación y práctica es gracias a la universidad pública”, dice Quintero, que, con el apoyo de Untref para la edición de su nuevo disco, marca que siguen construyendo y apoyando ese puente político, ideológico y estudiantil característico de nuestra región.
Como los pájaros
No es fácil juntarlos. Es como agarrar con la mano el trino de los pájaros. Característica constante de sus 20 años de carrera. Aunque cuando están dadas las condiciones temporales y artísticas, demuestran que el tiempo está después. Así lo acuerdan los tres sentados en una cocina en el medio del verde de Villa Elisa (partido de La Plata). Ahí están para hablar de Trino, el sucesor del elogiado Ventanas (2009) y de Hermanos (2014), registro en vivo junto al Quinteto de Diego Schissi.
También por cauces naturales, este es el primer disco donde su repertorio, además de las composiciones propias, recorre un cancionero contemporáneo. Sumados a Fandermole y Fattoruso, aparecen canciones de Sebastián Macchi, Edgardo Cardozo y Federico Parra. “Se fue dando así el repertorio. Pasó mucho tiempo desde Ventanas. Nuestros discos salen cuando tienen que salir. Tenemos la música y la queremos grabar”, explica Andrés, y Juan completa: “Me parece que el impulso de hacer este disco es más bien como dejar sentada una etapa que tal vez quede atrás. Es como pensarlo en una foto”.
Trino es el disco más concreto en términos musicales. No tiene invitados, no suenan otros instrumentos que no sean los ejecutados por el trío (guitarra, teclados y percusión) y encierra la idea clara de la sonoridad de Aca Seca. Quintero insiste con que si bien este camino fue natural e intuitivo, es hora de comenzar a experimentar nuevos rumbos. “Es lindo el oficio de saber que eso se toca bien, pero también está bueno el desafío, la incertidumbre”, dice.
Sin embargo, “Cigüeña”, una canción popular española, presenta una dislexia en tanto estética de ese oficio. “Estuve tocando con los españoles. Lo que suelo hacer a veces, cuando aprendo una música, es cambiarla muy poquito”, explica Quintero y se diferencia con la mayoría de las canciones que interpreta el trío. Un lugar donde la canción original queda casi del otro lado del mundo en el que fue concebida.
Fueron de los primeros en traer a Fattoruso y a Mateo a la canción popular argentina contemporánea a través de sus interpretaciones, ¿también fue de manera intuitiva?
Andrés Beeuwsaert: No deja de ser una coincidencia. Porque no es que dijimos “Che, vamos a difundir esta música o a trabajar sobre la música de”. Se dio naturalmente. Inclusive no importa si en un disco nos quedan tres temas de Fandermole. Se trata de entender que con esa música estamos conectados.
Tiki Cantero: ¿Qué hacemos con las músicas que tomamos? Creo que termina siendo también nuestra música. Tiene que ver con qué tenemos para decir. No nos interesa hacer covers, proponemos nuestra manera de ver.
Juan Quinteros: Cuando hablamos de música, decimos de la Argentina y sus vecinos. No hacemos ni de Paraguay, ni de Bolivia, pero es el hecho de pensar en un botellón de música. No hay una categoría entre lo argentino y lo uruguayo. Lo propio y lo ajeno.
¿Es correcto pensar al mundo de Aca Seca como su lugar de reposo, un lugar a donde siempre vuelven?
AB: Es como una casa de los tres.
JQ: Vos te ponés a pensar y no sé si hay cosas que me hayan durado 20 años. Somos tres y tenemos esa dinámica. Como una familia. Nos conocemos todas las mañas, virtudes, miserias, historias. Pasamos un montón de cosas y estamos acá. Hay una cosa que, evidentemente, se queda quieta para que nosotros volvamos y la movamos. Y eso nos da libertad. Podemos mandarnos mil cagadas, acaso equivocarnos en lo humano y en lo musical, pero hay algo que se queda y nos espera a los tres.
Partir en tres a Aca Seca es pensar en proyectos como De la Guarda y La Bomba de Tiempo, pero también formar parte de las bandas de Gustavo Santaolalla, Charly García, Pedro Aznar, Joe Lovato, Mono Fontana e Iván Lins. O, enfocándonos en Juan Quintero, que sus composiciones hayan sido grabadas por intérpretes como Raúl Carnota, Orquesta El Arranque, Juan Falú y Jorge Fandermole, entre otros. Tres fuegos dispersos por la canción popular argentina que conocen un mismo refugio. Un arco enorme de madera que los une y les otorga vuelo. Un vuelo con el trino más excéntrico del ecosistema local.